Delta, territorios de colaboración, 2019
Afiche, 35 x 50 cm
Un vasto reguero de imaginarios se esparce sobre el Delta del Paraná: distintas corrientes arrastran desde las imágenes de los guaraníes –con su celebración del jaguar y el pájaro– hasta las evocaciones en las notas del alemán Ulrico Schmidl y los adelantados europeos. De las aguas emergen también las imágenes de una tierra encantada según Marcos Sastre, el Carapachay de Sarmientino, los universos de Conti, Saer, Walsh, Duizeide y Cabezón Cámara, entre otrxs.
En los últimos años, surgen también las marcas del avasallamiento que encuentra su justificación en el mundo de promesas del extractivismo forestal, sojero y ganadero. Imaginarios que se van asentando sobre el poder poético del territorio y las ecologías. En este punto, las tareas de recuperación de las voces del humedal contradicen con fuerza aquellas que ven este territorio mutante y acuosos como un espacio carente de valor porque secretamente ambicionan transformarlo en una extensión sin límites de la pampa agroindustrial.
Así, de los surcos serpenteantes de las resistencias aparecen nuevos motivos de inspiración que dialogan tanto con las historias negadas como con la naturaleza mutante y flexible de las formas de vida que hacen posible la diversidad.
Autor Alejandro Meitin (Casa Río Lab) Impreso en MagiaNegra Letterpress
Territorios de colaboración, desde 2018
Mapa interactivo. Registro en video de modos de uso, 7’ 52”
El mapa interactivo surge como parte de la investigación Territorios de colaboración. Pedagogías de lo anegado a partir del trabajo de los artistas Alejandro Meitin y Brian Holmes –junto a un grupo de informáticos– con el objetivo de crear una plataforma colaborativa de mapeo del delta del Paraná. El dispositivo permite que distintas personas y organizaciones sumen contenidos al sitio construyendo así una percepción cartográfica colectiva. La propuesta entiende que existen múltiples formas de identificación sistemática de información territorial en los distintos procesos de organización de las comunidades (micro-experiencias, proyectos en funcionamiento, producciones sustentables, flujos de ideas, creaciones artísticas, luchas sociales, prácticas soberanas, etc.) que pueden ser potenciados a partir de la utilización del mapa y a la vez expandirse en un proceso de integración territorial.
Los datos reunidos permiten observar el carácter situado de las miradas comunitarias frente a las formas tradicionales de representación del Estado, el turismo, la ciencia y las empresas. Convalidando la apuesta del proyecto que pretende transformar los imaginarios dominantes haciendo visibles las múltiples actividades que sostienen la red de la vida y fortaleciendo miradas socio-ecológicas frente a las unilaterales concepciones tecno-políticas.
¿Querés participar en la construcción de este mapa? Es muy sencillo.
Ingresá a https://mapa.casarioarteyambiente.org/
Presioná el botón AÑADIR PUNTO y mové el cursor hacia el sitio de interés.
Una vez ubicado en el punto, reportá sobre un tema que esté dentro de las 4 categorías que aparecen:
Observación
Amenazas / Conflictos
Experiencias Sustentables
Horizontes / Potencialidades
Colaborando y compartiendo información, vamos a crear una nueva cartografía del Delta elaborada por las personas que viven, sienten y conocen su lugar.
Casa Río Lab
Durante la década del 90, la desregulación y privatización de la vida pública trajo como consecuencia el desmantelamiento de la vieja infraestructura “nacional" que tutelaba los territorios. La reconversión del complejo agroexportador por la soja transgénica y la Hidrovía implicó un profundo proceso de reconfiguración territorial de la Cuenca del Plata. En este escenario de retiro del Estado e impulso de iniciativas de infraestructura de gran escala como IIRSA, comienza el redescubrimiento de los "soportes de vida” que sostenían a esos territorios. “¿Quién diseña los territorios?” es la pregunta que desde entonces ha formulado Alejandro Meitin. A principios de los 90, organizaciones ecologistas comienzan a vislumbrar la necesidad de pensar en una política ambiental sostenida por redes autónomas más que por gobiernos. Es allí cuando surge Ala Plástica en la ciudad de La Plata. Conformado por Alejandro Meitin (de formación abogado), Silvina Babich y Rafael Santos, AP comenzó como un grupo multidisciplinario con enfoque en la práctica artística como formato de investigación; este modo de práctica estaba motivado por su propia condición de habitantes de Punta Lara, un territorio en permanente crisis ambiental. Utilizando el discurso del modo participativo del arte contemporáneo y la expansión rizomática de los territorios, investigaron allí durante años –con la colaboración de Magdalena Catoggio– la dinámica de producción costera de objetos de mimbre, incluyendo sus técnicas de cultivo, cosecha y tramado artesanal. Ala Plástica retoma la iniciativa bio-regional llevando a cabo el relevamiento de los daños ambientales causados por el derrame de petróleo que ocurrió en 1999, próximo al balneario del municipio de Magdalena. Sus informes constituyeron la principal evidencia en el juicio público contra la empresa Shell, oficiando como perito técnico no-gubernamental, y anticipando una forma de activismo que más tarde veríamos en la Arquitectura Forense de Eyal Weizman.
Luego de la disolución de Ala Plástica en 2016, Alejandro Meitin funda, en su hogar de Villa del Plata, Casa Río, un “laboratorio del poder hacer” donde despliega un nuevo programa de investigación sobre la Cuenca del Plata, basado en una larga colaboración teórica con Brian Holmes, en particular con la muestra La Tierra (no) resistirá, que indaga sobre los alcances del Antropoceno en las cuencas hídricas de los subcontinentes americanos. A diferencia de proyectos anteriores donde cobraban mayor relevancia los procesos asamblearios y la vida de la comunidad, en esta instancia se visibilizan también conflictos geopolíticos a escala regional; esto implica el recurso de la cartografía colaborativa para dar cuenta de proyectos infraestructurales, controversias de la explotación del suelo y demarcaciones de sistemas hídricos. Hoy Casa Río es un activo participante en la campaña que busca la aprobación de la Ley de Humedales, vector político que encolumna a las mayores organizaciones ambientales de la Cuenca del Plata frente a la creciente destrucción de ecosistemas por incendios intencionales en diversas áreas del Paraná, a manos del agronegocio en complicidad con la ganadería y el desarrollo inmobiliario.
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m7red